El prurito anal es la sensación de picor anal. Es un problema muy frecuente que consiste en una necesidad prácticamente irresistible de rascarse. Es más frecuente por la noche o después de las deposiciones aunque se puede manifestar a cualquier hora del día.
La causa más frecuente es la excesiva limpieza anal ya que el lavado y abuso de jabones elimina las zonas de defensa naturales del ano y producen una irritación prolongada de la piel perianal. Otras causas son la humedad de la piel perianal, generalmente producida por el sudor, las deposiciones líquidas y frecuentes, algunas bebidas como la cerveza, el café y el té, algunos alimentos como chocolate, tomates y nueces y algunas enfermedades como psoriasis, parásitos, eczema, dermatitis, alergias o infecciones.
Con cierta frecuencia el prurito es el síntoma que nos puede hacer diagnosticar otras enfermedades anorrectales como fisuras, fístulas, hemorroides, condilomas anales o incluso tumores.
El tratamiento debe ir encaminado a corregir las causas que provocan el prurito anal. Consejos generales: mantener el ano limpio, evitar el uso de papel higiénico o esponjas ásperas, evitar el uso de jabones, utilizar ropa interior de algodón y hacer uso de una gasa o un pequeño algodón para mantener seca la zona.