Cirugía de Hemorroides

El tejido hemorroidal esta formado por un conjunto de estructuras (venas, arteriolas, fibras musculares) situadas en el interior del ano que en su conjunto forman las hemorroides. Su función está relacionada con almohadillar el canal anal y ayudar en el mantenimiento de la continencia anal. Las hemorroides son una parte normal de nuestro organismo. Cuando estas estructuras se inflaman, se congestionan o se desplazan de su lugar anatómico se produce lo que comúnmente se denominan hemorroides o enfermedad hemorroidal.

 

Tipos de hemorroides

Existen dos tipos de hemorroides: Externas e Internas. Las hemorroides externas se desarrollan bajo la piel del ano. Las hemorroides internas, en condiciones normales, están dentro del canal anal, pero en ocasiones, cuando se inflaman pueden salir a través del ano.

 

Causas

La causa de las hemorroides no se conoce exactamente, pero parece que se relacionan con una serie de circunstancias. Los factores más relacionados con la aparición de las hemorroides son:

-       Estreñimiento.

-       Diarrea.

-       Herencia.

-       Embarazo y parto.

-       Esfuerzos importantes para defecar.

-       Algunas posturas: especialmente pasar mucho tiempo de pie o sentado en el inodoro.

 

Síntomas

Los síntomas más frecuentes que producen las hemorroides son:

-       Rectorragia o expulsión de sangre roja por ano.

-       Prolapso o salida de las hemorroides a través del ano.

-       Manchado de la ropa interior, generalmente por una secreción mucosa pero que a veces incluso puede ser por heces.

-       Picor a nivel del ano.

-       Diversos grados de molestias o dolor anal.

-       El dolor anal es poco frecuente en esta enfermedad y generalmente se relaciona con otras enfermedades (fisura anal, abscesos...) o con complicaciones de las hemorroides como la trombosis hemorroidal.

 

Diagnóstico

El diagnóstico se realiza mediante la historia y exploración clínica. En algunos pacientes es importante realizar algunas pruebas complementarias, como la colonoscopia y/o rectosigmoidoscopia, para confirmar el diagnóstico y descartar otras patologías.

 

Tratamiento

En principio hay que tratarlas médicamente.

En los casos con síntomas leves:

1.Aumento de fibra en la dieta (legumbres, cereales, frutos secos, frutas y verduras), siempre asociado con un incremento en la cantidad de líquidos, para obtener una deposición blanda que no irrite la mucosa anal.

2.En algunos casos pueden estar indicados los suplementos de fibra.

3.En fases iniciales del tratamiento puede asociarse el empleo de un laxante (con cuidado de no producir diarrea que pueden empeorar los síntomas).

4.Evitar las bebidas con cafeína, el alcohol y los picantes.

5.El pasar largos ratos en el aseo para defecar favorece también la congestión de las hemorroides y su posterior sangrado por lo que debe evitarse.

6.También puede obtenerse beneficio con los baños de asiento de agua templada de unos minutos de duración.

7.El empleo de cremas o pomadas antihemorroidales puede estar inicialmente indicado, si bien hay que tener en cuenta que muchas de ellas tienen compuestos (corticoides, anestésicos tópicos,...) que pueden provocar efectos secundarios, por lo que no deben ser empleadas más que durante unos días y siempre bajo supervisión de un médico.

8.Existen también medicamentos que pueden mejorar la microcirculación de la zona y reducir la inflamación, pudiendo ser de utilidad.

 

 

Los casos severos:

 

Se indica la cirugía en los pacientes con hemorroides muy sintomáticas y con sangrado de repetición. El procedimiento quirúrgico más frecuente es la hemorroidectomía. Es la extirpación de las hemorroides, de la que existen variantes técnicas. Normalmente se extirparán 1, 2 o 3 plexos hemorroidales.

 

En hemorroides  grado III y IV sintomáticos, existen diferentes alternativas de tratamiento:

1.                  Hemorroidectomía tipo Milligan - Morgan con bisturí eléctrico.

2.                  Hemorroidectomía tipo Milligan - Morgan con Ligasure  procedimiento que permite realizar la extirpación del tejido hemorroidal con mínimo sangrado y sin necesidad de dar puntos de sutura.

3.                  Hemorroidectomía con laser.

4.                  Técnica de desarterialización (Veáse el folleto informativo).

 

 

En ocasiones, es imposible extirpar todas las hemorroides porque originarían una estenosis o estrechez del ano que le dificultaría la deposición. En este caso, podría necesitar una segunda intervención más adelante.

 

En hemorroides grado II con síntomas de sangrado de repetición, realizamos esclerosis hemorroidal o ligaduras con bandas elásticas.

 

Anestesia

Las hemorroides pueden ser intervenidas con anestesia local, raquídea (similar a la epidural que se realiza en los partos) o general. La elección dependerá de las características del paciente, del tipo de hemorroides y de la indicación del anestesiólogo.

 

Intervención

Esta intervención será realizada en un hospital dotado de los recursos tecnológicos y humanos necesarios para que todo el proceso asistencial que usted reciba sea con las máximas garantías de seguridad. En algunas ocasiones, esta intervención se puede realizar ambulatoriamente, es decir sin necesidad de ingreso en el hospital. Si después de un período de tiempo se recupera satisfactoriamente, se le dará de alta el mismo día de la intervención y continuará la recuperación en su domicilio. En caso de precisar ingreso en planta, el tiempo de hospitalización suele ser de 24 horas.

 

Consejos postoperatorios

Al llegar a su domicilio, se encontrará cansado. Es normal, descanse en la cama o en un sillón cómodo. No debe realizar movimientos bruscos. Si ha recibido anestesia general, puede encontrarse mareado. Si ha recibido anestesia regional (raquianestesia o anestesia epidural), puede tener alguna dificultad para orinar en los primeros momentos. Es importante no tomar bebidas alcohólicas en este tiempo.

   Alimentación: Siga una dieta libre y bien equilibrada. Es fundamental aumentar la fibra (frutas y verduras) y la ingestión de líquidos (2-3 litros/día) para evitar el estreñimiento.

   Aseo: Realice su higiene personal con normalidad. Debe realizar baños de asiento con agua templada varias veces al día y tras hacer deposiciones.

   Actividad física y ejercicio: Desde el primer día es aconsejable caminar. Empiece por pequeños paseos en su casa y continúe con paseos en la calle, aumentando la duración y la distancia según su estado de salud y su forma física. Adopte la posición más cómoda para usted, y si se sienta puede utilizar un flotador para que la zona operada moleste menos. Puede empezar a conducir cuando crea que se encuentra bien. Si hace deporte de forma regular, puede empezar cuando crea que se encuentra bien.

   Puede necesitar la toma de laxantes para conseguir realizar una deposición regular.

 

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